07 de septiembre de 2024                                                                                                                                                                                                                               Judit Vidal 

25 años de "When the Pawn..." (1999)

Se cumplen 25 años del lanzamiento del segundo álbum de estudio de Fiona Apple, When the Pawn... (1999). Un álbum con toques de rock, jazz y alternativo mezclado con un conjunto instrumental que no deja indiferente a nadie y que, por cierto, fue escrito enteramente por Apple, que solo tenía 22 años cuando se lanzó el trabajo.  

Pero empecemos por la historia que desencadenó en su nacimiento. En 1997 la revista Spin realizó un reportaje de la artista bajo la mirada del fotográfo Terry Richardson, comúnmente conocido por haber abusado de varias modelos desde 2001, y el escritor John Weir quién construyó una imagen de Apple más bien misógina que la dejaba como una chica dramática, indulgente y en busca de atención. De alguna manera, si veías la imagen sin conocer a la artista, suponías que era alguien que duraría poco en la industria musical. Casi 30 años después de empezar su carrera, continúa siendo uno de los referentes musicales más importantes del pop progresivo.  

Volviendo al reportaje, evidentemente este relato ficcionado sobre su persona tuvo un impacto en los lectores del Spin y la mayoría fueron dejando sus crueles cartas, utilizando un trauma tan grande como el del abuso sexual que sufrió con 12 años y que es la base de la rabia sobre la que construyó el primer álbum, Tidal (1996), como algo banal y que parecía no haberle afectado más allá de querer utilizarlo para algún interesado fin. Llegaron incluso a desearle la muerte, ya vemos que la facilidad con la que la gente lanza sus complejos y miserias a través de atroces mensajes es atemporal, aunque el medio haya cambiado.  

Cuando Fiona leyó el reportaje en 1998 la exasperante rabia y tristeza que le inundó se transformó en una sed de venganza que sirvió como punto de partida para la escritura del poema que inspiraría el trabajo y que sería usado como título de este; siendo merecedor del Recórd Guinness al título más largo en un álbum.  La diferencia entre el primero y el segundo es abismal, dado el bagaje que la artista llevaba en el ámbito personal y profesional, junto con algún coqueteo con las drogas, sumado a la carga marcada por un pasado truncado tempranamente por el suceso mencionado. 

Así nace When the Pawn..., formada por diez canciones marcadas por una furia y coraje de quién que da un golpe sobre la mesa ante el injusto papel que se le había otorgado. Si bien las letras parecen describir una relación amorosa, que la protagonista reconoce no puede continuar por incongruencias emocionales, detrás se esconde su respuesta a todo aquel que dudó de su talento y que la relacionó con el grupo de artistas mediocres del momento.  

Solo en el primer tema, On the Bound, ya lanza reproches como “Some faith would do me good” (algo de fe me iría bien) o “Hell don’t know my fury” (el infierno no conoce mi furia) en lo que engloba un álbum con una instrumental mucho más rockera, siempre dentro del jazz; y con una batería mucho más contundente que en el primero, así como una voz y piano que te atrapan y te hacen defenderla tras entender el mensaje. Los críticos y gran parte de la industria, en realidad, nunca la entendió.  

En Limp, excelente videoclip el cuál dirigió Paul Thomas Anderson con quién estuvo saliendo un tiempo, la artista se defiende con claras frases de frustración ante una crítica desproporcionada: “If you need my shame to reclaim my pride” (si necesitas mi vergüenza para tener tu orgullo), “I never did anything to you, man” (yo nunca te hice nada) o “When I think of it, my fingers turn to fists” (cuando pienso en ello, mis dedos se convierten en puños). Todo ello una recogida de las miles de referencias en el álbum con tintes violentos y enrabiados que dibujan una imagen dolorosa y sentida. 

En To Your Love no se olvida del momento que, claramente, también distorsionó lo que la gente pensaba de ella, para bien o para mal, en la recogida de premios de los VMA. Lugar dónde la artista aprovechó para realizar un discurso que iba más allá de lo superficial y que, de nuevo, no todo el mundo captó. “This world is bullshit and you shouldn’t model your life about what you think that we think it’s cool” (Este mundo es una mierda y vosotros no deberíais modelar vuestra vida en función de lo que creéis que nosotros creemos que puede ser guay)  

Retomemos de nuevo lo instrumental, en temas como los sencillos Paper Bag o Fast As You Can utilizaba distintas peculiaridades musicales que, si bien no son nada nuevo, sí destacan por su originalidad en posición. En el primer tema encontramos una tímida trompeta que se une a una melodía melancólica y madura, mientras que en la segunda canción es remarcable el solo del sintetizador con efectos de sonido poco comunes, recurso que se repite en el álbum, y un cambio de tempo en los puentes que hipnotiza. Todo ello en medio de las claras indirectas.  

Otro sencillo que se utilizó para promocionar el trabajo fue la espectacular Get Gone, cabe destacarse su interpretación llena de resentimiento en The Today Show. En este tema Apple se queja de haber dedicado tanto tiempo a alguien para nada, con la decisión final de echarlo de su vida, lo que podría entenderse como un rechazo a aquel que no quiera formar parte de su universo. Brillante la subida de volumen a medida que el mensaje se hace más claro y conciso: “fucking go”.  

A pesar de ir acercándonos al final, la energía no decae y la maestría de la artista para relatar sus críticas y entremezclarlo con un talento musical innato es más que evidente. En el último tema del disco, y a modo de despedida, Apple parece reorganizar su enfado en un perdón a medio camino con el chantaje emocional tras pronunciar: “I will pretend that I don’t know of your sins” (voy a fingir que no sé tus pecados) o “And if it gets too late for me to wait for you to find you love me, and tell me so, its okay, don’t need to say it (Si se hace muy tarde esperándote a que descubras que me quieras, está bien, no hace falta que lo digas). Con un cuarteto de viento emocionante, la artista se despide con un cierre piano que se destiñe en un claro grito a la libertad creativa, el respeto y el hacer siempre lo que te dé la gana.  

La artista ha publicado hasta la fecha tres álbumes más de estudio: Extraordinary Machine (2005), de nuevo en medio de controversia tras ella haber pospuesto la fecha de lanzamiento por no estar de acuerdo con la producción; The Idler Wheel (2012) y Fetch the Bolt Cutters (2020). A pesar de llevar 4 años sin publicar un trabajo oficial, Apple no ha estado desconectada de la música y ha seguido colaborando con una gran variedad de artistas y producciones, manteniendo el bajo perfil que le caracteriza desde hace unos cuantos años, no es de extrañar con el historial de sus inicios. Sea como sea, la recordamos y esperamos atentos a cualquiera nueva incursión de su talento.   

Gracias Fiona por abrirnos camino a los que rehuimos lo convencional y desencajamos en una sociedad simplista y vulgar. Antes de finalizar, me gustaría recordar su preciosa versión de Across the Universe con un videoclip que recoge a la perfección, y en línea con la letra de la canción, su grito a no cambiar nunca su mundo.  

Fuentes: 

Lindner, E. (2019).  How Fiona Apple Slapped Her Haters In The Face On “When The Pawn...”. Vinyl Me Please. https://www.vinylmeplease.com/blogs/magazine/when-the-pawn-liner-notes-1