05 de abril de 2025                                                                                                                                                                                                                                        Judit Vidal 

Crítica de "OK Computer" (1997) de Radiohead

En medio del revuelo causado por la sospecha de una gira internacional por parte de Radiohead este 2025, analizamos el disco que los catapultó a la fama global, “OK Computer” (1997).

Considerado uno de los mejores álbumes de la historia de la música, “OK Computer” (1997) nació tras dos trabajos con poca repercusión como son el disco debut “Pablo Honey” (1993) con la tímida “Creep”, que creció con el tiempo; y “The Bends” (1995) con temas como “High and Dry” o “Plastic Fake Trees”, que recibió mejores críticas y apareció, por primera vez en la banda, en las listas británicas.

Fue ahí dónde el grupo empezó a despuntar, por lo que comenzaron a contar con mayor presupuesto y oportunidades para su siguiente trabajo. Así, Thom Yorke (voces y piano) , Colin Greenwood (bajo y teclados), Johnny Greenwood (guitarra solista, teclados y sintetizadores) , Ed O’Brien (guitarra, piano y voz) y Phil Selway (batería, percusión y voz) contactaron con el ingeniero de sonido Nigel Godrich, con quién habían contado en su anterior álbum, y se mudaron a una mansión del siglo XV en Bath para componer y grabar la mayoría de las 12 canciones.

Durante ese tiempo la banda compuso gran parte de los temas del álbum y que resultó ser de los mejores momentos vividos en el grupo, pudiendo explotar su creatividad y talento, sin presión por entregar nada a tiempo ni cediendo a demandas de otros productores musicales o de la discográfica (cómo sí les pasó en sus anteriores trabajos).

“OK Computer” (1997) resultó ser un antes y un después en el concepto musical que manejaba Radiohead. Si bien no perdieron de vista el género en el que solían moverse, el rock progresivo/alternativo, si que indagaron en recursos musicales como los sintetizadores, los ecos, el piano eléctrico o el mellotrón (un instrumento polifónico).

A nivel expresión, los británicos quisieron dejar de hablar de temas sentimentales como en los anteriores álbumes y se focalizaron en expresar su inquietud ante temas de actualidad como la globalización, el capitalismo, la alienación o el avance de la tecnología, casi a modo de premonición ante el estilo de vida presente.

A pesar de siempre haber tenido esa visión oscura de la vida y el individuo, es en este trabajo dónde exponen sus pensamientos de forma metafórica y podemos percibir su criticismo ante ciertos movimientos de la sociedad. También hacen alusión, en distintas ocasiones, a la muerte como en “Airbag”, llamaba así por un accidente de coche que tuvo Yorke unos años antes.

Con una voz desgarradora y una clara innovación instrumental, la banda intentó utilizar las primeras tomas de las grabaciones con la intención de mantener la frescura. Por otro lado, reconocieron haberse inspirado en bandas como los Pixies, los Beatles o Pink Floyd, algo reconocible en los coros casi psicodélicos de “Paranoid Android” y en su solo guitarrero hacia el final; así como en la entrada de “Subterranean Homesick Alien” (en homenaje al “Subterranean Homesick Blues” de Dylan).

Estas tres son un claro ejemplo de la línea por la que irá el disco, experimental y electrónico a partes iguales, junto con su respetable dosis de guitarras y batería. La banda reconoce que el álbum no pretendía ser conceptual, sino que cada canción funciona de forma independiente, y es cierto que esa es la sensación obtenida, puesto que cada una tiene su propio mundo a analizar y es difícil incluir todas las canciones dentro de una sola idea.

El uso de coros y voces tanto calmadas como grandiosas es un recurso utilizado casi en todos los temas, pero sorprenden algunos como la coda en reverberación de “Karma Police”, acompañado por su melódico piano, o el fondo de lo que podría ser el ruido de una calle llena de gente en “Exit Music (For a Film) (la cual grabaron para la película “Romeo + Juliet” de Baz Luhrmann).

En línea con la experimentación instrumental, encontramos el mellotrón claramente identificable en “Lucky” o el xilófono infantil glockenspiel en la melodramática “No Surprises” que, aprovechando su mención, su letra resulta el epicentro de lo que expresa el álbum: una sociedad basada en el hiper consumismo y el individualismo, ahogados por las presiones de las altas esferas y aceptándolas sin rechistar.

Pero para letra contundente la de la extravagante “Fitter Happier” que, alejándose completamente de la estructura convencional de canción, lo que parece ser un robot recita una serie de normas o rutinas establecidas por una ficticia (cada vez más real) sociedad controladora con tintes de la orwelliana “1984”. “Fitter, healthier and more productive, a pig on cage on antibiotics”.

Dentro de esa vorágine de musica transcendental y progresiva con sonidos únicos e irrepetibles, aparece la bluesera “Electioneering” que fue inspirada por el auge de protestas contra las políticas neoliberales promoviendo una globalización que, finalmente, ha acabado llegando. Un tema que arriesga de pleno, entrando a medias en un género del que la banda no está muy familiarizado, pero que consiguen salir airosos por su descomunal control en el riff y la voz más rasgada de Yorke.

“Climbing Up The Walls” también ofrece algo fresco al sonido instrumental, con el uso de instrumentos de cuerda, en concreto 16 violines que completan una canción escalofriante que describe la sensación de ser perseguido por tus propios demonios hasta casi considerarlos amigos. “Do not cry out or hit the alarm, you know we’re friends till we die” es una de esas líneas que impacta y que podríamos relacionar con la un poco más comercial “Let Down” que también se encarga de criticar el seguir unas normas y tener que ceder a las expectativas de los demás, en este caso, en cuanto a la expresión de las emociones que nunca sigue un patrón común para todos. En este tema se utiliza el piano eléctrico que mencionábamos y varias guitarras arpegiadas superpuestas entre si.

“Tourist” es el cierre perfecto de un álbum que no deja de innovar y experimentar, y que ha servido de referencia para bandas de renombre como Muse y Coldplay, así como toda una generación de jóvenes que buscamos refugio en algún lugar que nos entiendan ante tanta crueldad. Ella recuerda a un lejano “Us and Them” con ese ritmo pausado y de clausura, reemplazando el saxófono de Pink Floyd por un suave bending de guitarra, mandando un mensaje claro al oyente: “hey man, slow down, idiot, slow down”.

“OK Computer” (1997) supuso un cambio drástico en la trayectoria musical de Radiohead, el álbum alcanzó el éxito de inmediato y los expuso internacionalmente de forma inesperada, lo que causó gran inestabilidad en el grupo y contribuyó a que se tomaran un descanso de la música durante los siguientes dos años. El documental “Meeting People Is Easy” (1998) de Grant Gree es el más idóneo para entender ese momento en sus carreras, grabado durante la gira internacional del álbum. Un documental que, si bien no es al uso, retrata a la perfección lo que supuso para la banda ser el centro de atención de la industria e intentar mantener un éxito repentino que ha logrado sujetarse hasta a día de hoy, dónde esperamos con ansías que pasen por Barcelona, curiosamente el lugar dónde empezaron en 1998 la gira de “OK Computer”. 

Extracto del documental "Meeting People Is Easy" (1998) Dir. Grant Gree

Segmento promocional de "OK Computer" (1997), extraído de la biblioteca digital de la banda (radiohead.com)

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