26 de diciembre de 2024 Judit Vidal
Lo que se viene de Arde Bogotá
Arde Bogotá es ese tipo de banda que, a pesar de evocar a grupos del pasado, mantienen algo nunca escuchado. En estos últimos 4 años han vivido un ascenso meteórico hacia las salas llenas y el grupo extenso de seguidores. Y no es para menos, ya que lo tienen todo para triunfar: cuatro chicos jóvenes, con un gran sello de identidad y música fresca en línea con míticas bandas como Héroes del Silencio. De hecho, este año han realizado dos colaboraciones con Enrique Bunbury: De vuelta a casa (2024) y La Salvación (2024) (el primero de Bunbury y el segundo de la banda).
El año pasado lanzaban su segundo álbum de estudio: Cowboys de la A3 (2023). Este les consolidaba en la industria como la banda de rock alternativo del momento alcanzando el nº3 en ventas en España; sin embargo, ya llevaban bastantes tablas a las espaldas: festivales por toda España y sus primeros pinitos en escenarios de renombre.
Ahora que terminan con la gira de ese segundo trabajo, ya están empezando a lanzar pistas de lo que, seguramente, será el tercero. Más allá de las colaboraciones, Arde Bogotá ha lanzado dos sencillos estos últimos meses: La Torre Picasso (2024) y Flores de Venganza (2024). El primero es una absoluta obra de arte de 8 minutos con un concepto muy claro: hacerse mayor y anhelar la juventud. "Madrid despertará en llamas/fruto de esta rabia y de esta juventud/que ahora me falta". Un mensaje claro y conciso que se perfila dentro de una metáfora: quemar unas de las torres más famosas de Madrid: la Torre Picasso; con la intención de recuperar esa felicidad desaparecida.
En cuanto a melodía, el tema es digno de un grupo con mucha experiencia y, sobre todo, talento. Los cuatro miembros consiguen hacer un tándem perfecto en un viaje que empieza con un arpegio lento de guitarra y una voz desgarrada de Antonio García, a lo que se suman la batería y, finalmente, una línea de bajo muy expresiva. Poco a poco el tema va ascendiendo con furia hacia la rotura con el presente y la vuelta al pasado (el videoclip, en formato animación, muestra a la perfección esta idea) con una batería más animada y una letra que deja claro que aceptará la realidad si esta no cambia; "si la felicidad se escapa/bailaré con el dolor".
Flores de Venganza, en cambio, es un tema más breve y quizá no tan trascendental. Es cierto que no necesita más, son esos 2 minutos y medio de dureza en la que el protagonista echa en cara el ser invitado a una fiesta por parte de alguien que parece haberle hecho mucho daño. Todo el tema se envuelve en una rabia descontrolada mediante la dura batería y la crudeza de la voz. En este caso, la guitarra tiene un riff y un posterior solo muy bien cerrados y pegadizos; y el bajo da el soporte perfecto a pesar de que no se le escucha tanto como en el primer sencillo.
Está claro que a la banda le queda mucho por decir, en el tiempo que llevan en el foco (en activo están desde 2017) han sabido lucirse y demostrar que han venido para quedarse. Hasta ahora no les está yendo mal y solo esperamos poder vivir uno de sus magnéticos directos en persona lo antes posible.

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